miércoles, 23 de junio de 2010



Vigésima MISIVA PARA NEO


Hoy fue la primer cita con el galeno del pueblo
tú ahí
ante un dios de piedra
cargando miles y miles de estrellas
arrojando el redoble de la espumosa marea
y despeinándote los sueños un persistente viento
¡te amo tanto, tantísimo Neo!
así,
con tu mirada de muerte
con color horizonte lluvia lamento
a veces, en raros instantes, se abre tu boca
y dicta un testamento


esa hora estaba escrita
y ya no hubo forma ni tiempo de reescribirla
era la hora vigésima…