viernes, 14 de noviembre de 2008


LA MANSION

Ansiosa de ti
esta casa desierta se arroja por la ventana
no soporta tu rostro dibujado en las persianas
tu aroma chorreando en la ducha
ni el incienso que sube espontáneo de las velas
sabor a ti
manzana y canela
te araña en las sabanas
oxidadas de lluvia
mordiendo la noche
que para colmo
nunca se acaba

DEMENCIA

La locura no tiene dueño
no
en ningún tiempo
de ningún modo
sin embargo
eres el prototipo perfecto
de un ser raro
un espécimen embrionario
una idea cercana
incompleta
de lo que mis ojos aman
pero
aunque parezca extraño
yo solo deseo tomarme un café contigo
y ver si la luna
ha aumentado de talla

¡DULCE NOVIEMBRE!

Viene noviembre
con su carga de hojas resecas
se le oye
a duras penas
un susurro de viento
endeble queja de madero
algo me dice que aún soy forastera
sobre este suelo colorido
bajo este taciturno cielo
gusto de ser hoja
para ser llevada sin destino
por una misma ráfaga de viento

PENSAMIENTO ESPEJO

Sabe la luna que un pensamiento oscuro habita el espejo
y sabe de un corazón encerrado en la imagen que refleja
es una extraña manera de conocimiento
pero de todas sus profundidades finalmente aprendo
que dentro de mi
habita un pensamiento espejo

lunes, 3 de noviembre de 2008


LO QUE YO CREI

Creí que eras eterno
indestructible
indispensable
sin fecha de caducidad
obligatorio
irretornable
mentira confortable y necesaria
cafeína para las mañanas
sueño para el insomnio
equinoccio de verano
nieve sobre el campanario
ciudad con jardines colgantes
escalera de mármol
mi parte aguas para atrapar lluvia
cazar papalotes
y nubes con formas extrañas
noventa y nueve punto nueve
del aire puro que respiraba
la vacuna contra todas las enfermedades terrestres
aéreas y náuticas
pero también eras mortal
con torpezas y miedos
puntos de fuga
que nunca consideré

AUSENCIA

¡Qué frías tienes las manos desmedida ausencia!
y esos ojos
aguaceros de noviembre
árboles desnudos
témpanos de tristeza
no tengo la llave secreta
aunque creo recordar que alguna vez existió la primavera
prendida tal vez de vivos colores
pero definitivamente
vacía de ti
desahuciada de tus besos
¡qué frío se ha quedado el recuerdo!