martes, 12 de enero de 2010


Tercer MISIVA PARA NEO


Tienes las ramas esta madrugada
de bienvenida abiertas
¡cuántos besos, cual si fueran hojas, he posado sobre ellas!
y tu aliento a bosque
¡cómo me devora!
tienes la mirada mansa esta noche
como si quisieras
amigo, amante,
altos cielos concederme
ninguna media voz
ningún testigo
¡te amo! dije:
y vine a morir de silencio hasta tus ojos

era la hora tercera...