miércoles, 10 de diciembre de 2008



HOMBRE ESTEPARIO

A este hombre le sube por el pecho un tibio aroma
invade como el amor
o la noche
como si acaso fuera hálito de sueño
hay un rocío de piélago profundo
que le estalla
sobre el lienzo de su cuerpo
me hallo entonces
mirando la desnudez de un horizonte
casi tierra sobre arena
donde vagué por un cielo extrañamente bronce
y fue necesaria una vida
la mía
para recorrerlo completo

EVOCACION DE TI, ¡OH HOMBRE!

No sé que hacer con esta extraña forma de sentirte mío
porque volviste
como un dios vuelve a su orbe
aquí están tus dominios
suavidad de nido para tus alas furtivas
¿recuerdas el lucero que cayó ante nuestros azorados ojos?
¡cómo han crecido desde entonces tus brazos!
y tu piel
como desolada aldea
a la que sólo acuden a rezar viejos poetas
yo los tengo aquí reunidos
tus recuerdos
remolino terco de sabores
¡arde! corazón ¡arde!
aunque se nos tiñan las manos de tristeza