viernes, 13 de febrero de 2009



ODA A UN AMOR DESESPERADO

¡Cuántas veces, amor, cuántas veces!
desperté bajo la sombra del éter de tu cuerpo
tarareé notas en absurdo idioma
lloré preludios y finales
lágrimas extrañas
yo no sé si mis manos llegan a tu cuerpo
pero detrás del gesto que adoptas
habita como parte del paisaje
un dios pagano
un ángel irreverente