lunes, 12 de abril de 2010

Decimoquinta MISIVA PARA NEO

Cuando te fundaron Neo
hubo un rumor ardiente de verano en el campo
aparecieron las primeras luces y las libélulas
alguien dijo – ¡es absurdo!¡habrá caos y silencio!
ahora, ya está tu risa dispersa en el viento
a tu paso
las rosas siguen inventando el fuego
y se abren y vuelven a cerrarse tras nosotros
¡Neo, Neo!
¡pensar que pudimos no habernos conocido!

era la hora decimoquinta…