De nada sirve el danzon de la lluvia si la ciudad insiste en cubrirse con paraguas nadie escucha el rumor de sus dedos cuando llama por las ventanas y el vapor que sube indestructible por chimeneas y tapias se va derrochando en ese ritmo raro de indiferencia ante la vulva gigante de sus calles
UNO DE MIS PLACERES
Me gusta cuando estallas ¡oh hombre! en burbujas efervescentes tu voz golpea oído y piel roncamente dulce ronroneo de jazz
MELANCOLIA
Aquí en este extraño y frío hemisferio huyendo de si misma la palabra ha dejado de cantar en su lugar el elixir desabrido de la ilusión que late retumba en colores con los puños apretados para no esparcir el tibio amor otoñal repleto de nombres el viento dibuja estampas en la tierra despeinada a la misma hora en que las abejas dejan de zumbar el silencio reina en incongruente paz sobre calles en bocas ciegas de multitudes silentes al reverso de una esquina arde el corazón en llamas de melancolía
INVOCACION DEL ARBOL
Cómo se abraza el viento alrededor del árbol con ese sonido umbroso que solloza más allá de su talle la quietud crece donde puede y ha de tocarse el silencio clandestinas las raíces demandan agua o el gozoso saludo de la tierra rodeadle pues, torrentes y mares que no decaiga la misión eterna de proveerle quieto de paz al cabo de la noche su cerrado punto está