miércoles, 10 de diciembre de 2008


EVOCACION DE TI, ¡OH HOMBRE!

No sé que hacer con esta extraña forma de sentirte mío
porque volviste
como un dios vuelve a su orbe
aquí están tus dominios
suavidad de nido para tus alas furtivas
¿recuerdas el lucero que cayó ante nuestros azorados ojos?
¡cómo han crecido desde entonces tus brazos!
y tu piel
como desolada aldea
a la que sólo acuden a rezar viejos poetas
yo los tengo aquí reunidos
tus recuerdos
remolino terco de sabores
¡arde! corazón ¡arde!
aunque se nos tiñan las manos de tristeza

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Me ha encantado este poema, Libélula.

Una manera muy bella de sentir tuyo a él.

Un beso
Ana

"Yo En Resistencia" dijo...

Que tal Ana, me da gusto recibirte...siempre eres bien recibida...


LIBELULA VIVIENTE